Las cortinas convencionales aportan una estética cálida y equilibrada gracias a su caída suave y su capacidad de suavizar el espacio. Cumplen funciones de control de luz, privacidad y mejoras acústicas, además de estabilizar la sensación térmica. Se fabrican en telas Tergal o Blackout, materiales resistentes y de buena caída, disponibles en versiones translúcidas u opacas según la necesidad.